que yacías en mi interior,
escucha mi llamada
que pronuncio con temor.
Bendita luna aclamada,
que haces de mí una mujer libre.
Bendita luna aclamada,
que entiendo lo que escribe.
Luna aclamada,
la trataré siempre de usted.
Porque luna aclamada
me enseñó a querer.
Del hoy y del mañana,
querida luna aclamada,
nunca te olvidaré,
porque yo te entrego todo mi querer.
Miriam Álvarez
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