Maldita sea la guerra,
los coches y casas quemados,
los carritos de los niños atrapados,
cuerpos veteranos y jóvenes destrozados.
En lugar de agua, sangre corriente
en las calles, en las calles
cuerpos al descubierto a la luz de la luna,
montones de explosivos
en las calles, en las calles.
Maldita la impotencia de los supervivientes,
pueblos, ciudades, regiones, países en pobreza,
hambre y sed, como dos leones hambrientos,
ratas, serpientes perdidas sin rumbo
por las calles, por las calles
momentos interminables que cada vez menos personas oyen,
gente agonizante que grita: "¡No a la guerra!"
los coches y casas quemados,
los carritos de los niños atrapados,
cuerpos veteranos y jóvenes destrozados.
En lugar de agua, sangre corriente
en las calles, en las calles
cuerpos al descubierto a la luz de la luna,
montones de explosivos
en las calles, en las calles.
Maldita la impotencia de los supervivientes,
pueblos, ciudades, regiones, países en pobreza,
hambre y sed, como dos leones hambrientos,
ratas, serpientes perdidas sin rumbo
por las calles, por las calles
momentos interminables que cada vez menos personas oyen,
gente agonizante que grita: "¡No a la guerra!"
Adrián Vigo
1 comentario:
me ha gustado este poema, porque refleja la realidad
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