—¡Socorro, socorro!, ¡mis alumnos se han escapado del Instituto! —gritaba por los pasillos.
Todos los demás profesores corrieron hacia el exterior del recinto escolar, pero él les dijo que era una broma.
A la semana siguiente, repitió la misma broma y volvió a pasar la misma situación.
La última semana del curso, los alumnos no asistían a sus clases; el profesor avisaba a sus compañeros, pero nadie le hacía caso.
Y por culpa de la broma estuvo una semana sin dar clase.
Nacho Castro
3 comentarios:
seh seh...
Carlos has de reconocer que soy un excelente escritor,poeta,y todo lo que se te ocurra...seh
envidia me tienen...
(sisi komo me lo flipo no??)
eh ayer kasi me duermo en tu klaseeeeeeeeeeeeeeee
enga que tengo sueño
______ene.a.ce.hache.o____
me parecio mas aburrido q acomdar medias
tiene menos menos de eseñansa
me suena a sabes q?
al cuanto del nene q gritaba lobo lobo
¿Qué demonios quieres decir?
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