Cinco, azul; cuatro, rojo; tres, verde; dos, blanco; uno, negro:
números, gran misterio árabe que ahora será resuelto.
Cinco, pequeño geniecillo volador,
ángel de la inocencia infantil,
que vuela con libertad por el cielo
mientras lleva consigo pequeñas ilusiones.
Cuatro, sangre que brota de los ojos,
atrapado por su locura infernal,
de la que ya nunca saldrá
pues es su celda de oscuros pensamientos.
Tres, praderas por las que el viento vaga sin pausa,
mientras el sonido de la flauta fluye vibrante.
Dos, frialdad de pensamiento,
corazón helado que ya ha cesado de latir
pues en una ventisca eterna se perdió,
sufriendo cortes gélidos que nunca cerrarán.
Uno, oscuro crepúsculo,
noche sin luna,
¡un mundo que cae en el profundo abismo,
del que ya nunca saldrá!
Lorena Ciutad (2º ESO, B)
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